Hace unos cinco años salí de cervezas con un escritor que al final acabó siendo mi amigo. No te diré quién es, pero seguro que lo conoces.

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Yo por aquel entonces no lo sabía, pero estaba ante uno de los momentos de mi vida. Yo lo llamo mi epifanía, porque, a cambio de una ronda, gané un gran amigo y una carrera exitosa como escritor.

 

Te cuento lo segundo, que te interesa más.

 

Resulta que, tras una cerveza, la conversación ganó en confianza, y como en esta vida quien gana es quien pregunta, pues empecé a bombardearle. Después de una serie de preguntas técnicas sobre rutinas, marketing, ventas y mentalidad, le formulé la pregunta clave:

 

—¿Y eso te da para vivir de la escritura?

—Bastante.

—¿Te puedo preguntar cuánto ganas al mes? (Ese día me había dejado el decoro en casa, qué le vamos a hacer).

—Hay meses que casi alcanzo las cinco cifras. (Si, como hice yo, estás calculando mentalmente cuánto son cinco cifras, te ahorro el trabajo: son más de 10.000 melones brutos al mes).

 

Entonces, en mi mente quedó grabado un mensaje a fuego: tengo que replicar todo lo que ha hecho él. Empezando por hoy.

 

Y lo hice.

 

Aunque, claro, podía haberme quedado de brazos cruzados y siguiendo quejándome de las editoriales, la competencia y la mala suerte. Muchos hacen eso, te lo prometo, aunque tengan delante los secretos para salir de ahí.

 

A mí, como a ti, me apasiona escribir. Pero también me gusta que me lean. Cuantos más lectores, mejor. Los quiero a chorros.

 

Imagino que tú quieres lo mismo.

 

Bien, ese día me hice una promesa. Me prometí que, si seguía los consejos de mi amigo y la cosa funcionaba, escribiría un ebook contándolo todo. Sin trampa ni cartón.

 

Y me gusta ser un hombre de palabra.

 

Así que aquí tienes el ebook.